Aprende a lavar el guante de gimnasia cuando haces ejercicio

 Aprende a lavar el guante de gimnasia cuando haces ejercicio

Harry Warren

Si eres de los que hacen ejercicio a menudo, seguro que alguna vez te has preguntado cómo lavar los guantes de gimnasia. Muchas personas utilizan este accesorio para protegerse las manos de los callos durante los ejercicios de musculación y evitar que las pesas y las barras resbalen con facilidad.

En primer lugar, conviene recordar que los guantes de gimnasia no deben meterse nunca en la lavadora ni en la secadora, ya que podrían estropearse de forma permanente.

Ver también: Cómo eliminar la carcoma de la ropa de color, blanca e incluso de bebé

Así que aprenda a cuidar su guante de gimnasia para que siga cumpliendo su función y no coja mal olor ni acumule sudor. Aprenda también a lavar otros accesorios de gimnasia a continuación.

¿Cómo lavar los guantes de gimnasia?

En principio, lavar el guante de gimnasia es muy sencillo. Sólo necesita agua y un detergente suave. El detergente elimina la suciedad, limpia con eficacia y suavidad, y mantiene la calidad del tejido.

Vea el paso a paso de cómo lavar los guantes de gimnasia.

  1. En una olla, añade 200 ml de agua y media cucharada de detergente suave.
  2. Sumerge los guantes en la mezcla y espera unos 5 minutos.
  3. Saque el guante del agua y frótelo suavemente con las manos.
  4. Aclarar con agua corriente, escurrir con cuidado y tender a la sombra.
  5. Es importante dejar que se seque bien antes de volver a utilizar los guantes.

¿Cómo eliminar el mal olor de los guantes?

Al estar en contacto directo con el sudor de los dedos y la palma de la mano, además de saber cómo lavar los guantes de gimnasia, merece la pena aprender un truco para eliminar ese mal olor.

  1. Con los guantes secos, aplica un poco de bicarbonato sódico o polvos de talco.
  2. Dejar actuar el producto durante dos horas.
  3. Elimine el polvo restante dando golpecitos con los guantes o limpiando con un paño limpio.
  4. Si sientes la necesidad, repite el proceso.

Cuidados del guante de gimnasia en la vida cotidiana

(iStock)

Para que tu guante de gimnasia dure más y se mantenga siempre limpio, sólo tienes que mantener unos sencillos hábitos que marcan la diferencia:

Ver también: ¿Cómo lavar el edredón del bebé? Vea los consejos y aprenda a higienizar correctamente este artículo
  • lava tus guantes de gimnasia una vez a la semana para mantenerlos limpios;
  • Deja los guantes abiertos para que el sudor se seque más rápido;
  • mientras no entrenes, pon toallitas de papel dentro del guante para evitar el mal olor;
  • cambia tu guante de gimnasia como máximo cada tres meses.

¿Cómo limpiar otros accesorios del gimnasio?

¿Ve lo sencillo que es lavar los guantes de gimnasia? Pero otros accesorios también requieren atención. Vea cómo cuidar otros artículos que pueden formar parte de su entrenamiento diario en los siguientes artículos de Cada casa un caso :

  • Cómo limpiar la taza térmica
  • Cómo limpiar los auriculares
  • Cómo lavar un kimono
  • Cómo lavar una gorra
  • Cómo lavar las zapatillas y eliminar el olor de pies
  • Cómo lavar una mochila

¿Haces ballet? Entonces sigue el paso a paso de cómo lavar tu traje de bailarina de forma correcta para evitar daños en el tejido y aumentar la durabilidad de la prenda.

Y los que buscan cómo lavar la ropa del gimnasio probablemente quieran saber qué hacer para eliminar el mal olor que deja el sudor. Para ello, consulta 4 trucos para deshacerte del picor de la ropa.

Hasta el próximo consejo y ¡buen entrenamiento!

Harry Warren

Jeremy Cruz es un apasionado experto en limpieza y organización del hogar, conocido por sus perspicaces consejos y trucos que transforman los espacios caóticos en refugios serenos. Con un buen ojo para los detalles y una habilidad especial para encontrar soluciones eficientes, Jeremy ha ganado seguidores leales en su blog muy popular, Harry Warren, donde comparte su experiencia en ordenar, simplificar y mantener un hogar bellamente organizado.El viaje de Jeremy al mundo de la limpieza y la organización comenzó durante su adolescencia, cuando experimentaba con entusiasmo con diversas técnicas para mantener su propio espacio impecable. Esta temprana curiosidad finalmente se convirtió en una profunda pasión, lo que lo llevó a estudiar administración del hogar y diseño de interiores.Con más de una década de experiencia, Jeremy posee una formidable base de conocimientos. Ha trabajado en colaboración con organizadores profesionales, decoradores de interiores y proveedores de servicios de limpieza, refinando y ampliando constantemente su experiencia. Manteniéndose siempre actualizado con las últimas investigaciones, tendencias y tecnologías en el campo, combina la sabiduría tradicional con las innovaciones modernas para brindar a sus lectores soluciones prácticas y efectivas.El blog de Jeremy no solo ofrece guías paso a paso sobre el orden y la limpieza profunda de cada área del hogar, sino que también profundiza en los aspectos psicológicos de mantener un espacio habitable organizado. Él entiende el impacto dedesorden en el bienestar mental e incorpora la atención plena y los conceptos psicológicos en su enfoque. Al enfatizar el poder transformador de un hogar ordenado, inspira a los lectores a experimentar la armonía y la serenidad que vienen de la mano con un espacio habitable bien mantenido.Cuando Jeremy no está organizando meticulosamente su propio hogar o compartiendo su sabiduría con los lectores, se le puede encontrar explorando mercados de pulgas, buscando soluciones de almacenamiento únicas o probando nuevos productos y técnicas de limpieza ecológicos. Su amor genuino por crear espacios visualmente atractivos que mejoren la vida diaria brilla en cada consejo que comparte.Ya sea que esté buscando consejos para crear sistemas de almacenamiento funcionales, abordar desafíos de limpieza difíciles o simplemente mejorar el ambiente general de su hogar, Jeremy Cruz, el autor detrás de Harry Warren, es su experto. Sumérjase en su blog informativo y motivador, y emprenda un viaje hacia un hogar más limpio, más organizado y, en última instancia, más feliz.